Visión
“La creación del reino de Dios en la tierra”.
Nuestros valores
Compromiso
Dar todo de uno mismo para lograr nuestros objetivos. Una de las cosas que define a este grupo es la entrega de sus miembros al grupo y con sus compañeros, una entrega de corazón para cumplir la visión del MJC.
Excelencia
Forma de pensar y actuar que nos lleva siempre a dar lo mejor de nosotros mismos. Por medio de una formación constante buscamos ser mejores cada día.
Obediencia
Tener claras nuestras obligaciones y cumplirlas. Debemos guardar obediencia hacia nuestros superiores, más también debemos obediencia ante Dios, ya que es nuestro principal líder y ejemplo.
Alegría
Compartir la buena nueva de haber conocido a Cristo. En el MJC la alegría la encuentras cada sábado, al ver y convivir con cada una de las personas que conforman el movimiento.
Entrega
Actitud de esfuerzo y sacrificio para hacerle la vida más feliz a los demás. Las personas que tienen esta característica se comprometen a la solución de problemas de su alrededor, reflejando una actitud de servicio sin esperar algo a cambio.
Servicio
Disposición para ayudar a todos los que nos rodean. El servicio debe aplicarse dentro y fuera del MJC para lograr nuestra visión: “instaurar el reino de Dios, aquí en la tierra”.
Nuestra mística
La Mística es el reflejo de la vida espiritual del MJC y de cada una de las personas que lo conforman. Se encuentra en el amor a Cristo, en el sacrificio, la alegría y el trabajo; en pocas palabras es vivir el lema y la oración del Movimiento en cada una de las actividades que realizamos para acercarnos a Dios.
Te compartimos los símbolos más significativos de nuestra mística:
Oración
Corazón de cristo roca fuerza y salvación nuestra.
Queremos vivir para ti, queremos que nuestras acciones sufrimientos y alegrías sean para ti. Para que, unidos nuestros corazones con el tuyo, en amistad perfecta, nuestra vida entera sea un consuelo a tu corazón, tan injustamente ofendido.
Haz que sepamos vivir intensamente nuestro sacerdocio de bautizados, participando activamente en la sagrada liturgia y prolongando en nuestra propia vida la misa, que es tu sacrificio; y actuando como apóstoles en el mundo de hoy, como Tú nos has mandado a hacerlo, para que el espíritu Santo reine por la gracia y la caridad en los corazones de todos, especialmente en el de tus sacerdotes.
Concédenos sentir siempre a nuestro lado la presencia maternal de María, la virgen dolorosa, como la tuviste Tú, al pie de tu gloriosa cruz.
Amén.

Escudo

Cruz
Nuestro colores

Negro: Fin - Omega
